CALI - El sueño mundialista finalizó sobre el césped del estadio Pascual Guerrero. Terminó como quizá no se pensó: hubo llanto, tristeza, melancolía y frustración, que luego se transformó en alegría, porque después de cuatro partidos el combinado se despidió con una decorosa participación, con un juego lleno de entrega, de sacrificio, y que fue reconocido con aplausos de un público que los adoptó como colombianos y que los hizo sentir como en casa.
El fatídico penalti
El duelo de octavos de final en el estadio Olímpico Pascual Guerrero, de Cali, lo resolvió el árbitro de Argelia, Djamel Haimoudi, quien sancionó un normal mano a mano entre el defensa José Lemus y el portugués Caetano, al minuto seis.
Los empujones cuando se disputaba en el área el balón dieron como resultado que Caetano cayera al césped y Haimoudi señaló el manchón del penalti. Un minuto después, el castigo lo convirtió Sergio de Oliveira.
Respaldo colombiano
Guatemala se inspiró desde el minuto 70. Lamentablemente, faltó el anhelado gol.
En la cancha, los nacionales hicieron una titánica labor, la cual fue respaldada por el incondicional respaldo de los colombianos, quienes vestidos de amarillo, no dejaron de empujar a los nacionales.
Remates del debut en el ataque de Guatemala con José Melgar, José Castillo y el capitán Elías Vásquez inquietaron al portero Mika, que a pesar de todo completó cuatro partidos sin recibir anotación.
Los mejores momentos de Guatemala fueron el remate del defensa José Moreno, quien tocó de zurda, pero el balón llegó justo a las manos de Mika.
Moreno se llevó las manos al rostro en señal de frustración. Lo mismo hizo el técnico Éver Hugo Almeida, quien no dejó de empujar a los jugadores con señales e indicaciones desde la zona técnica.
La última jugada que generó Guatemala fue al minuto 89 por medio de un tiro libre que remató Kevin Norales. Su remate fue a ras del césped, pero la pelota pegó en el poste derecho y abandonó la cancha. En el estadio se escuchó un grito de desconsuelo y más dolor experimentó Norales. La acción que pudo cambiar la historia del juego se diluyó.
Después, los jugadores agradecieron al apoyo de los aficionados colombianos, cantaron la tradicional canción de motivación y aplaudieron. De esa manera se despidieron de Colombia, en donde hicieron historia.
Fuente:prensalibre.com.gt
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