En dos semanas de intenso trabajo el amplio ideario de Marcelo Bielsa está comenzando a expresarse sobre los terrenos de juego con rivales ya de cierta entidad y, por encima de todo, con mayor rodaje a estas alturas de la pretemporada, ante equipos de nivel como el Southampton y el Werder Bremen.
El examen ante ingleses y alemanes queda atrás con una nota alta. La Memorial Cup, el primer título, aunque adquiera un marcado carácter honorífico, obtenido por el Loco como responsable del Athletic, ha dejado al descubierto la forma que tiene un colectivo de jugadores de expresar ese boceto inicial, inculcado a marchas forzadas en el stage de Oliva.
"Me siento muy cómodo, con buenas costumbres que vale la pena aprovechar"
Esos trazos gruesos a los que el profe aludía recientemente y que han calado hondo en el alumnado, al punto de que el equipo va dejando huella allá por donde va. Si bien aclara que la cita del sábado tuvo un doble matiz: "Se evolucionó diferente. Un poco más trabado el segundo, un poco más claro el primero. Las pretemporadas no tienen el objetivo de ir desarrollándose de una forma deportiva", como queriendo quitar hierro a los buenos resultados obtenidos.
En suelo inglés quedó patente, junto al insaciable hambre de todos por ganarse un puesto en el once inicial del 18 de agosto, cuando la competición continental se abra paso para los leones, que el sello Bielsa en este colectivo va convirtiéndose en una realidad. Todavía en proceso de gestación, pero con una incesante labor de basculación que atosigue al rival cuando este está en posesión del cuero, una ambición que desconoce límites por cercar el marco que tiene enfrente y una versatilidad en función de las necesidades que puedan surgir en momentos concretos, como un Castillo más carrilero que lateral ante el Bremen.
Y es que su receta es clara: "Adaptarse al tipo de rival que juega por su sector. No tenía un extremo enfrente, sino un interior, y el juego le invitaba a estar más cerca de los atacantes".
También llamó poderosamente la atención la presencia de tres centrales frente a los Saints, dejando de lado el 4-3-3 ya teorizado. El cambio de sistema tenía su razón de ser: "También ellos tenían cuatro delanteros. Haber jugado con una línea de cuatro hubiera implicado que no nos sobrara nadie en defensa", afirmó Bielsa, quien ve margen de mejora en aspectos diversos del juego, como fijar mejor las posiciones, además de imprimir una mayor intensidad y tener más lucidez para no caer en la trampa del adversario en cuanto al fuera de juego hace referencia.
Ya por último, y pese a estar recién llegado a la disciplina rojiblanca, Bielsa reconoce sentirse adaptado, ya como uno más de la familia rojiblanca: "Me siento muy cómodo. Aquí están todos los segmentos de la actividad futbolística profesional muy asentados y establecidos, por lo que hay poco que modificar y mucho a lo que uno se agrega, con costumbres muy buenas que le dan un esqueleto al equipo de las que valen la pena aprovecharse".
Fuente:marca.com
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